Día Mundial del Libro Infantil y Juvenil: 12 grandes obras que todo joven debería leer

En estos tiempos en que los niños y adolescentes se divierten principalmente con programas y series de televisión, tablets, youtube y videojuegos, igual merece la pena  educarles como lectores con libros que les resulten atractivos. No en vano, siguen siendo una de las herramientas más valiosas para su desarrollo intelectual. Además, quien haya sido lector durante esos años sabrá que la intensidad de estas primeras lecturas rara vez se recupera en el mundo adulto. Por eso celebramos este día especial, el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, recomendando doce de nuestras obras favoritas. Son solo una selección, pues somos conscientes de que es un género rico y abundante, pero igual creemos que estas ofrecen propuestas muy distintas y capaces de atrapar a los lectores.

1) La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson (1883)

Uno de los clásicos por antonomasia de la literatura infantil y juvenil. La historia de Jim Hawkins, un joven de 15 años que se dirige a la búsqueda del tesoro del capitán Flint, sigue permitiendo que sus jóvenes lectores realicen un viaje inolvidable, en compañía de piratas, por islas perdidas y lugares remotos. La obra de Robert Louis Stevenson sigue siendo para los jóvenes un fantástico modo de adentrarse en la novela de aventuras.

2) El maravilloso mago de Oz, de Lyman Frank Baum  (1900)

¿Quién no conoce la historia de Dorothy en el sorprendente mundo de Oz? Sí, sobre todo es por la adaptación cinematográfica que se hizo de ella, pero la novela de Lyman Frank Baum igual logra despertar la imaginación de sus lectores y trasladarse a ese mundo de tornados, brujas, monos voladores y personajes tan únicos como el hombre de hojalata, el león cobarde o el espantapájaros. El paso del tiempo no ha mermado su capacidad de fantasía.

3) El Hobbit, de J. R. R. Tolkien (1937)

La obra que nació, únicamente, para entretener a los hijos pequeños de J.R.R. Tolkien acabó convirtiéndose en una de las más importantes de la historia de la literatura, trascendiendo el público juvenil y llegando también al mundo adulto, más aún, después de la publicación de El Señor de los Anillos. Para los jóvenes, supone la entrada en uno de los mundos más complejos, mágicos e influyentes que puedan encontrar. Y es que sin esta obra el ámbito de la fantasía sería muy distinto hoy.

4) El principito, de Antoine de Saint-Exupéry (1943)

Seguramente no hay un clásico de la literatura infantil más conocido que este. Aunque, en realidad, su autor, el escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry, nunca lo concibiera como un libro destinado a los niños (en realidad, contiene un mensaje muy adulto y biográfico relacionado con su pareja: ella es la rosa del libro). Sin embargo, igual provoca gran fascinación entre los niños, que quedan atrapados por la imaginación de una trama que tiene origen en el encuentro de un piloto perdido con un pequeño príncipe procedente de otro planeta.

5) El pequeño Nicolás, de René Goscinny (1960)

El autor de Astérix, René Goscinny, logró también el éxito con una serie de libros dedicados a un personaje tan carismático como divertido, el pequeño Nicolás, un niño de unos siete u ocho años procedente de una familia francesa de clase media que nos narra sus andanzas. Los libros se han considerado “una parodia amable del modo en que razonan y se expresan los niños”. Así como una forma de expresar los absurdos y contradicciones del mundo adulto. En cualquier caso, uno de los más entretenidos y, sobre todo, cómicos títulos con que se pueden encontrar los lectores más jóvenes.

6) Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak (1963)

El clásico libro infantil del escritor e ilustrador Maurice Sendak generó en su día algo de controversia por resultar políticamente incorrecto y romper algunas de las barreras que se solían poner a la hora de enfocar las historias de miedo entre los niños. En este título el protagonista es Max, un niño rebelde e incomprendido que desea ser un monstruo para asustar a quienes le rodean. Tras ser castigado, su habitación se transforma en una selva y llega a un lugar donde es nombrado el rey de los monstruos. Hoy día se ve como una historia más compleja de lo que en principio pudiera pensarse que muestra la resiliencia de los niños. Su popularidad ha hecho que, incluso, se haya adaptado al teatro.

7) Charlie y la fábrica de Chocolate, de Roald Dahl (1964)

Aunque Roald Dahl intentó triunfar en la literatura con historias para adultos, todo cambió cuando en 1961 publicó James y el melocotón gigante. A partir de entonces inició una carrera en el mundo infantil y juvenil que ya no abandonó, y en la que tuvo mucho que ver el cambio de perspectiva que le dio la enfermedad de su hijo. Charlie y la fábrica de chocolate es su obra más conocida y, también, una de esas grandes historias de fantasía cuyos personajes logran conectar con los lectores. Por eso Willy Wonka ha logrado tener tanto arraigo en la cultura popular.

8) Las montañas blancas, de John Christopher (1967)

El primer volumen de de una de las series juveniles de ciencia ficción más famosas: la tetralogía de “Los trípodes”. Su historia, que narra cómo es la vida en la Tierra después de que una raza alienígena haya reducido a sus habitantes a la esclavitud, está inspirada en otros títulos, pero igual sabe ser original y alcanzar al público adolescente. De hecho, es un modo perfecto para que los jóvenes se acerquen a este tipo de literatura. Por cierto, John Christopher es un seudónimo que utilizó el escritor Sam Youd para sus obras de ciencia ficción.

9) Momo, de Michael Ende (1973)

Sin duda uno de los libros más importantes de la literatura juvenil. La historia de Momo, una niña que vive sola y acaba combatiendo contra los males del mundo moderno, se convirtió rápidamente en un éxito para jóvenes. Ahora bien, el libro es especial porque Ende siempre lo enfocó para el público adulto, de allí que ofreciera cuestiones poco habituales en la literatura juvenil. De hecho, en esta obra se notan, y mucho, las filosofías y corrientes de los movimientos que dieron lugar a los movimientos de “mayo del 68”. En cualquier caso Momo es, como La historia interminable, la otra gran obra del autor, una de las más geniales lecciones de fantasía que ha dado la literatura.

10) Cuando Hitler robó el conejo rosa, de Judith Kerr (1973)

Uno de los libros más impactantes  y, a la vez, más hermosos que se pueden leer en la adolescencia (sobre todo, si se tiene entre 11 y 13 años). Esta es la historia de una niña cuya vida cambia totalmente tras la llegada de Hitler al poder, pues debe abandonar su país para huir del nazismo, dejando allí algunas de sus posesiones más queridas. Entre ellas, un conejo rosa de peluche que acabará simbolizando su propia infancia perdida. La historia está basada en la biografía de la autora, Judith Kerr, que tuvo que abandonar Alemania a los diez años junto a su familia por los rumbos totalitarios que seguía el país.

11) El paquete parlante, de Gerald Durrell (1974)

Esta es  una de las novelas de fantasía infantil-juvenil más originales que se han escrito. La historia de unos niños que son llevados a una tierra de fantasía para, en compañía de un loro parlante, salvar a las “cocatrices”, ofrece para los niños uno de los viajes fantásticos más bonitos que puedan realizan. Su autor, Gerald Durrell, era un conocido naturalista y conservacionista que fundó el Zoo de Jersey, algo que se nota en la obra, sobre todo, por el modo en que plasma su amor por los animales.

12) Harry Potter y la piedra filosofal, de J. K. Rowling (1997)

La novela de J. K. Rowling que originó el fenómeno Harry Potter. Con ella los lectores se adentrarán en el fantástico mundo de Hogwarts y conocerán a personajes como Hermione Granger, Ron Weasley, Albus Dumbledore y Lord Voldemort. ¿Qué más podemos decir sobre estos libros? Han sido uno de los grandes últimos fenómenos literarios de los últimos años, dando lugar a ocho películas de gran éxito. Una curiosidad: doce editoriales rechazaron el manuscrito original tras no ver en la obra grandes posibilidades comerciales.