Cinco títulos imprescindibles de José Saramago

José Saramago (Foto: Fundación José Saramago)

Este 16 de noviembre es el cien aniversario del nacimiento de José Saramago, Premio Nobel de 1998 y uno de los más imaginativos autores de la literatura europea. Trabajó de mecánico y oficinista antes de dedicarse por completo a la escritura, y aunque el éxito no le llegó hasta muy tarde, dejó para la historia algunos de los títulos más interesantes del siglo XX. Hemos seleccionado cinco de ellos por, de acuerdo a nuestro parecer, su resplandor narrativo, profundidad y originalidad.

1 - El año de la muerte de Ricardo Reis (1984)


La muerte del gran Fernando Pessoa y la llegada a Lisboa de su heterónimo Ricardo Reis, traen el punto de partida a esta imaginativa novela en donde Saramago reflexiona sobre la vida, la muerte y la frontera entre ambas. Todo, con un marco histórico trascendental en la historia de Europa: el de la expansión del fascismo en Portugal, la intervención italiana en Abisinia y el inicio de la guerra civil española. Entre lo más destacable del título, las conversaciones de Reis y Pessoa –el cual se aparece en forma de espíritu-, y la habilidad del autor para utilizarlas de puente para sus reflexiones.

Por cierto, el crítico Christopher Domínguez Michael dijo de El año de la muerte de Ricardo Reis: “[Saramago] vino al mundo para escribir este libro”.

 

2 - Ensayo sobre la ceguera (1995)


Una de las obras que mejor explican la concesión del Premio Nobel a José Saramago, además de uno de los títulos más importantes del siglo XX. En esta ocasión la trama gira en torno a una “ceguera blanca” que se va expandiendo por el mundo dejando a hombres y mujeres sin vista. Todo ello hace que, durante un tiempo, los seres humanos se dividan en dos grupos: invidentes o no.

La premisa permite a Saramago plantearse numerosas preguntas sobre el amor, la ética y la solidaridad en una sociedad despersonalizada y egoísta; pidiendo que cerremos los ojos para así recuperar la lucidez y los sentimientos. Como dice uno de los personajes de la novela: “Dentro de nosotros hay algo que no tiene nombre, esa cosa es lo que somos”.

3 - Todos los nombres (1997)


La obra que Saramago publicó justo antes de ganar el Nobel nos lleva, nuevamente, a su habitual suma de filosofía y literatura. Así, aquí se nos cuenta la historia de un funcionario que trabaja en el Registro Civil, don José –el único nombre que aparece, realmente, en todo el libro-, el cual colecciona recortes tomados de las fichas de personajes famosos. Sin embargo, tras encontrar el expediente de una mujer desconocida se queda totalmente prendado por ella y se impone la misión de encontrarla a toda costa.

La trama, que podría desarrollarse de muy distintos modos, lleva a Saramago a explicar una obsesión, pero también a hacer una reflexión sobre la soledad, la dignidad, la realidad y la mentira. Igualmente, se pregunta hasta dónde es capaz de llegar una persona cuando adquiere un cierto poder.

 

4 – La caverna (2000)


La historia del alfarero Cipriano Algor y su familia tradicional en una sociedad postindustrial en donde lo artesanal ya no tiene cabida, permite a Saramago reflexionar sobre la modernidad y los cambios sufridos durante el siglo XX. El título, además, menciona el mito de la caverna de Platón, si bien aquí se representa con su metáfora el alienamiento del ser humano y el triunfo de la política económica. Como dijo el propio Saramago: “La caverna ha sido escrita para que la gente salga de la caverna”.

Por cierto, de todos es conocido el personal estilo literario del portugués, que aquí se hace patente de forma especial.

5 – Poesía completa (2022)


Aunque podríamos haber elegido cualquiera de sus tres libros de poesía (Los poemas posibles, Probablemente alegría y El año de 1993), preferimos recomendar esta publicación de este mismo año por incluirlos todos. Así, en estos poemas, aparecidos entre 1966 y 1975, se reconocen ya los temas de sus obras en prosa, como el amor, el paso del tiempo, la esperanza y la necesidad de un mundo mucho más solidario. De hecho, aunque Saramago sea conocido sobre todo por su prosa, igual sus textos líricos, sencillos y directos, nos parecen bellos y merecedores de atención. Como él mismo escribió: “en mi poesía está todo lo que yo soy, mis obsesiones y preocupaciones, mi modo de mirar la vida, la sociedad, la historia”.