Siete curiosidades de ‘Concierto en el huevo’

“Concierto en el huevo” es una de esas pinturas que fascinan al público por sus numerosos detalles y elementos extraños. Originalmente se atribuyó a El Bosco, pero hoy día se considera el trabajo de un autor anónimo que se inspiró en él. ¿Quieres saber más de esta gran obra? Aquí tienes siete curiosidades.

1 –  Desconocemos a su verdadero autor, pues aunque la obra está pintada al estilo de El Bosco –y durante mucho tiempo se atribuyó a él-, no es suya.

Esto queda demostrado porque aparece en ella un libro en donde se alude a una canción de Thomas Crecquillon, maestro de capilla del emperador Carlos V, fechada en 1549. Como El Bosco murió en 1516, resulta imposible su autoría.

Tampoco está clara la teoría clásica del historiador del arte Max Friedländer, quien planteó la posibilidad de que fuera una copia de un viejo dibujo de El Bosco adaptado a los nuevos tiempos. Sin embargo, no hay prueba alguna de ello.   

Detalle del libro con la partitura de la canción de Thomas Crecquillon

2 – Guarda un gran parecido con otro trabajo de El Bosco, La nave de los locos, basado a su vez en un texto de Sébastien Brant.  

De hecho, es posible que este fuera la inspiración para el anónimo autor de Concierto en el huevo, quien, quizá, quiso realizar una interpretación libre. Por otra parte, el texto de Brant nos cuenta el viaje de unos personajes disfuncionales a bordo de un barco.


La nave de los locos, de El Bosco (hacia 1503)

3 – Tampoco se conoce la fecha exacta de esta pintura, aunque probablemente deba fecharse en las últimas décadas del siglo XVI.

Algunos manuales de arte la ubican en torno a 1561, pero es improbable que así sea, pues la canción de Crecquillon aludida antes no se publicó hasta precisamente ese año. Aún así, dado el estilo no debió distar demasiado de esta fecha.

4 – La obra, a primera vista, sorprende por su importante número de detalles extraños

Empecemos por el más básico: el grupo de músicos del cuadro está ubicado dentro de un huevo. Además, vemos que algunas figuras llevan pájaros y objetos en la cabeza (una cigüeña, un palomar, un embudo, una copa y un búho moteado). Dos ramas sobresalen del huevo. En la de la izquierda cuelga una cesta con comida y una jarra; y en la de la derecha hay una anguila.

Además, hay aberturas en el huevo en donde aparecen figuras como un mono, un personaje robando al monje, una mano buscando un pescado frito al lado de un gato… En la parte inferior hay una tortuga, y abajo, a la derecha aparece un grupo de pequeñas figuras alrededor de una mesa.

5 – Aunque su simbología ha despertado muy distintas teorías, la más extendida la entiende como una denuncia del comportamiento insensato y, también, del mismo hecho de entretenerse

Según el profesor universitario Dirk Bax el huevo estaría relacionado con la alquimia; la cigüeña y la paloma serían símbolos de fornicación; y el embudo, de engaño (otros, en cambio, lo vinculan con la locura). Por todo ello el grupo de músicos representaría un coro hereje que se desvía de los auténticos principios a seguir.

6 – Cuenta con varias versiones

De ellas destaca una que se cree pintada por Gielis Panhedel, un posible alumno de El Bosco. Está en una colección privada de París y sería anterior a la tratada aquí.

El concierto en el huevo atribuido a Gielis Panhedel

7 – La principal versión se guarda en el Museo de Bellas Artes de la ciudad francesa de Lille.

Esta sería la más importante de todas. La tiene desde que en 1890 la compró por 400 francos a un comerciante de arte parisiense.