viernes, 26 de abril de 2024 00:02h.

Siete curiosidades de 'El beso' de Auguste Rodin

Se considera a Aguste Rodin (1840-1917) el padre de la escultura moderna. Con sus obras logró romper el canon académico establecido en el XIX y sentar nuevas bases para el arte. ¿Quieres saber más de El beso, uno de sus más grandes trabajos? Aquí tienes siete curiosidades.

1 – Lo esculpió Rodin por encargo del Ministerio de Bellas Artes francés, que deseaba realizar una obra sobre La Divina Comedia.

Así, originalmente “El beso”, de 81 centímetros, se incluyó en el conjunto escultórico de La puerta del Infierno, en donde se representaban figuras inspiradas en La Divina comedia de Dante Alighieri, Las flores del mal de Baudelaire y Las metamorfosis de Ovidio.

2 – Representa a dos amantes que existieron realmente: Paolo Malatesta y Francesca da Rimini

Estos eran cuñados, pero aún así, iniciaron una relación. Cuando, allá por el año 1285, el esposo de Francesca y hermano de Paolo los descubrió, los asesinó. Su historia quedó inmortalizada por Dante, pues los incluyó en el círculo de los lujuriosos de La Divina comedia. Rodin, por su parte, prefirió plasmarlos en el momento en que se enamoraban y se daban un apasionado beso.

Auguste Rodin fotografiado en su estudio en 1898 por  Paul François Arnold Cardon

3 – La figura, tras un tiempo ubicada en La puerta del infierno, se quitó, pues su dulzura contrastaba con el resto de la obra.

Esta, pues, acabó independizándose y se rebautizó como “El beso” (originalmente se llamaba “Francesca da Rimini”). Desde ese momento pasó a simbolizar algo muy distinto a lo pretendido originalmente: la pasión y el amor.  

4 – Rodin no quiso plasmar este tema de un modo tradicional y dio un llamativo protagonismo a la mujer.

Así, esta escultura llamó la atención a sus contemporáneos porque Rodin dio la iniciativa del beso a Francesca, cuando normalmente en el arte era el hombre quien dominaba la situación. El escultor quiso plasmar a la mujer como partícipe de la pasión, y no como alguien que se sometía. Esto, por cierto, junto al hecho de no ponerles ropa alguna, le supuso alguna controversia.

El beso en la versión en mármol conservada en la Ny Carlsberg Glyptotek (Copenhague)

5 – Rodin no concibió la estatua para ser vista desde una sola posición

Lo habitual hubiera sido presentarla desde el lado frontal, pero él defendía que las obras debían ofrecer distintos puntos de vista. De este modo, según la ubicación del espectador, se verán unos u otros detalles

6 – Hay algunos elementos desproporcionados anatómicamente.

Esto es porque a Rodin le importaba, ante todo, expresar los sentimientos de los amantes. Por ejemplo, si observamos el brazo de Francesca comprobaremos que es más largo de lo habitual, pues así se logra expresar mejor su deseo.

Versión en bronce conservada en el Museo Soumaya Plaza Carso (México)

7 – Es una de las obras más reproducidas del siglo XIX.

De hecho el propio Rodin negoció los derechos de copia de la obra. Así, ya en vida realizó tres reproducciones en mármol: la primera, a un mayor tamaño, en 1888 a petición del gobierno francés. Esta se encuentra en el Museo Rodin de París. La segunda y tercera copia están en la galería Tate de Londres y en el Ny Carlsberg Glyptotek de Copenhague. Luego hay distintos ejemplares en bronce repartidos por varios museos.