lunes, 09 de diciembre de 2024 00:03h.

Siete curiosidades de 'La lectora', de Pietro Magni

1 – La realizó el escultor el italiano Pietro Magni (1817-1877) en 1856.

Es, de hecho, la obra más conocida de este autor nacido en Milán. Estudió en la Academia di Belle Arti di Brera de esta ciudad antes de trasladarse el taller de Abbondio Sangiorgio. Viajó luego a Roma para estudiar, donde, además, formaría parte del grupo de partidarios del político Giuseppe Garibaldi en 1849.

2 – Representa, a primera vista, a una joven ensimismada por la lectura

En ella se representa a una joven lectora sentada de costado en una silla. Apoya su libro en el respaldo y tan concentrada está, que no parece advertir que se le ve un pecho. Este último detalle se ha relacionado también con la inocencia de la juventud, que le impide ser pudorosa.


Pietro Magni

3 – La obra ofrece un tema cotidiano, detalle que la hace especialmente original para la época

Así, la obra se sale de las temáticas habituales hasta la fecha, al ofrecer a una joven leyendo que no parece proceder de un ambiente adinerado. El historiador y crítico de arte Joseph Beavington Atkinson relacionó en su día este trabajo con los pocos ejemplos de escultura clásica en donde no se representó a grandes personajes y deidades, sino a trabajadores y esclavos.  


Detalle de ‘La lectora’

4 – Forma parte del “verismo” italiano

Este movimiento se dio en algunas de las artes del país durante la segunda mitad del XIX. Entre sus características destaca la búsqueda de representaciones realistas de personajes, situaciones y emociones.

5 – Lo cuidado de sus detalles resulta sorprendente

Así, observemos, por ejemplo, el realismo de la silla (a la que parecen haber quitado algunas piezas en su parte trasera); la prenda doblada que reposa sobre el respaldo; o el magnífico libro, con esas hojas vueltas que parecen de papel real.


Detalle de ‘La lectora’, en donde se pueden ver bien la silla y el libro

6 – La obra tiene un contenido político (aunque no en todas sus versiones)

Como expresa John Burley Waring, la escultura se conecta con el contexto del nacimiento de Italia como nación y es, fundamentalmente, patriótica. Así, la juventud de la chica se ha vinculado con la construcción del nuevo país y sus posibilidades de crecimiento y madurez. Pero donde queda esto de manifiesto es en el medallón que lleva esta, en donde se puede ver un retrato de Garibaldi.

Este último detalle, sin embargo, no se da siempre en las copias que posteriormente se hicieron de la escultura, pues en lugar de dicho retrato aparece algunas veces un crucifijo. Desconocemos la causa exacta.

Al fondo, 'La lectora'. En primer plano “Chica tratando de escribir”, de Giovanni Spertini

7 – La escultura se exhibe junto a otra de belleza y circunstancias muy similares

Así, la obra original de 1856 se exhibe en una sala de la Galería de Arte Moderno de Milán junto a una bella escultura de Giovanni Spertini (1821-1895), “Chica tratando de escribir”. Esta se realizó unos pocos años después y, a primera vista, parecen obras de un mismo autor. El conjunto, durante la visita, resulta, desde luego, bellísimo.