viernes, 26 de abril de 2024 01:59h.

La historia de las amazonas de Dahomey, las mujeres guerreras de África

Las Amazonas de Dahomey hacia 1890
Las Amazonas de Dahomey hacia 1890

La película The Woman King nos lleva al siglo XIX para contarnos la historia de las llamadas “Amazonas de Dahomey”, un regimiento de mujeres guerrero de África a cuya líder da vida la actriz Viola Davis. Todo, entre épicas batallas, una excelente fotografía y grandes actuaciones que han recibido el aplauso de la crítica. Lo sorprendente es que, a pesar de las licencias tomadas para la historia, este grupo de mujeres existió y se ganó gran fama por su fortaleza y capacidades bélicas.   

Imagen promocional de The Woman King, con Viola Davis (2022)

ORIGENES DE LAS AMAZONAS

Se cree que fue el rey Houegbadja, gobernante de Dahomey entre 1645 y 1685, quien organizó este grupo con el objetivo de encargarles la caza de elefantes. Sin embargo cuando tiempo después las guerras desangraron el reino y se evidenció que apenas quedaban varones para sostener los ejércitos, se decidió integrar a estas mujeres en el ejército profesional. Así, según la tradición, ya el rey Agaja se sirvió de ellas en 1727 en su lucha contra el reino vecino de Savi.

Ello implicó para estas mujeres algunas atribuciones políticas y sociales, llamativas sin duda, pues aunque siempre formaron parte de un sistema masculino –eran consideradas esposas de “tercera clase” del rey- y no tenían los mismos derechos que los varones, contaron con una capacidad de decisión impensable, no solo en otros reinos del continente, también en Europa.

Las amazonas en 1891 (Wikimedia commons)

LAS AMAZONAS DURANTE EL REINADO DE GHEZO (1818-1858)

Fue en el XIX cuando mayor notoriedad alcanzaron estas guerreras, sobre todo, tras la llegada de Ghezo al poder, quien decidió incrementar el presupuesto destinado al ejército, especializándolo y haciéndolo permanente. Con ello no solo esperaba conseguir mano de obra y nuevos territorios durante las contiendas bélicas, también dinero a través de la venta de prisioneros. Así lo explica uno de los especialistas en el África del XIX, el historiador Lynne Ellsworth Larsen: “Este era un reino de comercio de esclavos, por lo que la guerra era parte de su ciclo anual. Necesitaban reunir humanos para ser parte de este atroz comercio transatlántico”. Por eso, a fin de silenciar todo remordimiento y deshumanizar a los adversarios, las mujeres del ejército debían pasar por ritos terribles, como evidencian los testimonios conservados, entre ellos, el de un oficial naval francés llamado Jean Bayol que en 1889 presenció cómo adiestraban cruelmente a una adolescente llamada Nanisca para que se acostumbrara a matar. Igualmente conocemos las palabras de un viajero británico, quien vio cómo las reclutas trepaban paredes repletas de espinas de acacias como si fueran insensibles al dolor. “No podía convencerme de que ningún ser humano, sin botas ni zapatos, intentaría, bajo ninguna circunstancia, pasar por encima de una colección tan peligrosa de las plantas”, escribió.  

Ilustración de 1851 representando a Gezo (Wikimedia Commons)

EL DECLIVE

El dominio militar comenzó a decaer a partir de la segunda mitad del XIX, pues al hecho de no lograr capturar tras varios intentos Abeokuta –al suroeste de Nigeria-, se sumó la llegada al territorio de los franceses, los cuales, en su deseo colonizador, se enfrentaron a los africanos hasta acabar totalmente con su poder. El sofisticado armamento de los europeos hizo que sus adversarios no tuvieran ninguna oportunidad, y todo, pese a que estos se entregaron totalmente al combate. Así lo contó un infante de marina, testigo directo de los acontecimientos: “Ni los cañones, ni el disparo de la metralla, ni el fuego de salva los detienen… Es realmente extraño ver mujeres tan bien dirigidas, tan bien disciplinadas”. Al final esa resistencia, que se saldó con la muerte de entre dos mil y cuatro mil africanos, no sirvió de nada y los franceses tomaron la capital de Dahomey el 17 de noviembre de 1892. A partir de entonces gobernó allí Agoli-agbo, un rey afín a los vencedores que quitó a las guerreras las atribuciones políticas y militares de que habían gozado hasta la fecha.  

Después de que el reino fuera dominado por Francia algunas amazonas acabaron formando parte de espectáculos circenses, como este de 1899 que tuvo lugar en Bélgica (Wikimedia commons)

La película basada en estos acontecimientos se estrenará este otoño y ha logrado llamar la atención por contar una historia muy poco habitual a lo que Hollywood tiene acostumbrado. Promete, además, escapar de los estereotipos en torno a África y ofrecer un contexto muy cercano a la realidad. El tiempo verá si cumple lo acordado, pero, como mínimo, debe reconocerse su acierto al atreverse a narrar algo totalmente distinto.