martes, 23 de abril de 2024 00:06h.

¿El poema que escribió Ana Bolena antes de morir decapitada?

La tradición dice que estando en prisión, poco antes de ser decapitada, Ana Bolena escribió el famoso poema “Oh Death, Rock Me Asleep”, que hoy, musicado, forma parte de la cultura británica. Pero, ¿cuál fue el contexto en que surgió? ¿Realmente fue Ana Bolena su autora?

Ana Bolena
Ana Bolena

La historia es conocida y ha generado numerosos libros y adaptaciones audiovisuales: en 1536 el rey Enrique VIII ordenó detener a su esposa, Ana Bolena, bajo la acusación de haber cometido adulterio, incesto y traición, cargos estos por los que, poco después, sería condenada a muerte. En apenas cuatro años, todo había cambiado para ella. Primero había sido dama de Catalina de Aragón; luego, amante de Enrique VIII; y finalmente, esposa y reina consorte de Inglaterra. Por ella no solo el rey había roto su matrimonio, también se había separado del catolicismo y puesto en marcha los cimientos de la iglesia anglicana.    

Los motivos que Enrique VIII esgrimía para condenar a su esposa eran, muy probablemente, falsos, pero esto a él no le importaba. Tras tres años de matrimonio se había encaprichado de otra mujer, Jane Seymour, a quien quería convertir en su esposa, así que esto, junto a los juegos de intereses cortesanos, por los cuales los nobles trataban de ubicar a sus partidarios en lo más alto del poder, llevó a la caída en desgracia de la reina y su inmediato encierro en la Torre de Londres. Hasta que el 19 de mayo, tras permanecer en esa prisión diecisiete angustiosos días, fue conducida hasta el cadalso y decapitada con un golpe de espada.

Ana Bolena en la torre de Londres, por Edouard Cibot (1835)

Poco después de su ejecución comenzó a circular por Londres un poema llamado “Oh Death, Rock Me Asleep” (“Oh, muerte, condúceme hasta que me duerma”) que muchos consideraron obra de la misma Ana. Un texto de sentida despedida, con estructura de canción –hay un estribillo que se repite- en donde su responsable teoriza sobre su sufrimiento para concluir que solo la muerte puede traerle la paz. Así, quienes consideran a Ana su autora, lo ubican en el marco de las terribles acusaciones que sufrió, recordando, además, que por su educación esta conocía bien las artes de la poesía y la música. Así empieza:

“¡Oh muerte! méceme hasta que me duerma;
Condúceme a un descanso sereno;
Deja que mi alma cansada e inocente
Salga de mi delicado pecho.

Toca la campana de paso;
Que tu sonido mi muerte cuente.
La muerte se acerca;
Y no hay forma de evitarlo.

Mis dolores, ¿quién puede expresarlos?
¡Pobre de mí! Son tan fuertes (…)

Sola, en una fuerte prisión
Espero a mi destino.
Ay, ¿por esta cruel suerte
debo probar esta miseria?”.

Ahora bien, aunque resulta difícil no resistirse a la idea de que Ana pudiera ser su creadora, no hay pruebas fehacientes para asegurarlo. Estudios recientes, por ejemplo, han apuntado la posibilidad de que fuera en realidad obra de su hermano, George Bolena, quien se inspiró en lo vivido por ella para escribirlo, pero, sea así o no, lo cierto es que igual el texto ha quedado para siempre vinculado a la desafortunada reina.  

Enrique VIII hacia 1539, por Hans Holbein el Joven 

Por cierto, tampoco Jane Seymour fue la última esposa de Enrique VIII. Murió el 24 de octubre del año siguiente, después de dar a luz a un hijo varón, Eduardo. Luego el monarca se casó con Ana de Clèves, a quien repudió para desposarse tiempo después con Catalina de Howard, una -¡oh, sorpresa!- prima hermana de Ana Bolena de la cual quedó inmediatamente prendado. A ella, sin embargo, le aguardaba el mismo destino que su familiar: su esposo, en busca de un nuevo matrimonio, le acusó de adulterio y traición y ordenó su ejecución.

La ironía está en que, al final, la verdadera heredera de Enrique VIII, tras los cortos reinados de Eduardo VI y María Tudor, fue la hija que tuvo con Ana Bolena, Isabel I. Con ella Inglaterra vivió uno de los periodos más importantes de su historia.