martes, 19 de marzo de 2024 00:04h.

Los ‘Sonetos del amor oscuro’ de Lorca

Fueron, por varias décadas, los versos más desconocidos de Federico García Lorca. De hecho, hasta 1983, cuando se publicaron de un modo casi clandestino, solo unas pocas personas tuvieron acceso a ellos. ¿La causa? En ellos reflejaba el autor su amor por otro varón. Hoy hablamos de ellos, sus orígenes y quién fue su posible destinatario.

Federico García Lorca
Federico García Lorca

«Tú nunca entenderás lo que te quiero / porque duermes en mí y estás dormido / yo te oculto llorando, perseguido / por una voz de penetrante acero».

Así se inicia el primer cuarteto de “El Amor duerme en el pecho del poeta”, uno de los poemas incluidos en Sonetos del amor oscuro, obra que, por varias décadas, quedó apartada de las antologías lorquianas. ¿El motivo? En sus versos latía abiertamente el amor de Lorca por otro varón y se temía que la exposición de tales sentimientos pudiera provocar algún escándalo en la sociedad española. Solo cuando en 1983 apareció una edición casi clandestina de dichos sonetos, defectuosa y con versos mal transcritos, los herederos del poeta decidieron enviarlos al periódico español ABC, que los publicó poco después.

Se hizo, ahora bien, con el nombre de “Lorca, sonetos de amor”, seguramente para evitar rechazos; pero también porque el título hoy conocido solo lo dio el poeta de una forma extraoficial, al comentárselo, únicamente, a sus conocidos, entre ellos el también poeta Vicente Aleixandre, a quien leyó personalmente todos los versos. Del mismo modo que tampoco clarificó quién era su destinatario, aunque haya ahora un cierto consenso entre los especialistas y se diga que la mayoría están dedicados a Rafael Rodríguez Rapún, ingeniero, actor y deportista (fue jugador con ficha juvenil del Atlético de Madrid), el cual, pese a su heterosexualidad, había iniciado con Lorca una relación que el biógrafo Ian Gibson explica por “la magia de la personalidad” del poeta. La experiencia, sin embargo, fue especialmente difícil para Lorca, pues se sintió minimizado y desgraciado por los constantes escarceos amorosos que Rafael sostuvo con distintas mujeres.

Federico García Lorca

Fueron, precisamente, tales sensaciones las que inspiraron estos textos. Lorca los inició estando en Valencia, adonde había ido por la representación de su obra Yerma (en los manuscritos originales aparece el membrete del Hotel Victoria, en donde se alojó) y con la esperanza de encontrarse allí con Rafael. Sin embargo, este no se presentó, provocando gran pena en Lorca. De allí poemas como “El poeta dice la verdad”, en donde transmitió con gran belleza ese desgarro:

“Quiero llorar mi pena y te lo digo
para que tú me quieras y me llores
en un anochecer de ruiseñores
con un puñal, con besos y contigo.

Quiero matar al único testigo
para el asesinato de mis flores
y convertir mi llanto y mis sudores
en eterno montón de duro trigo”.

O, también, “El poeta pide a su amor que le escriba”, en donde leemos:

"Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte. (…)

Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena noche
del alma para siempre oscura".

La relación no llegó a fructificar, terminando antes del inicio de la guerra civil, en cuyo inicio Lorca moriría, como es bien sabido, asesinado. Rafael solo le sobrevivió un año, pues falleció en 1937, en Santander, a consecuencia de un bombardeo.

Hoy los poemas son de fácil acceso, e incluso han recibido distintas ediciones. La última, a cargo de Rafael Inglada para la colección “Arroyo de la Manía”, incluye los manuscritos originales de Lorca con sus tachaduras  originales. Una forma más, pues, de asomarnos a unos preciosos y dolorosos sonetos que durante mucho tiempo se mantuvieron, como el amor que lo inspiró, en la absoluta oscuridad.