sábado, 20 de abril de 2024 00:02h.

El amor imposible de Cesare Pavese

Entre las grandes creaciones de la poesía del siglo XX está, sin duda, Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, de Cesare Pavese, una obra desgarradora que escribió a raíz de su ruptura con la mujer que él creía iba a ser el amor de su vida: Constance Drowning.

El 27 de agosto Cesare Pavese entró en una habitación del Albergo Roma de Turín. Había crecido en esa ciudad, recorrido sus calles y conocido a mujeres que habían cambiado los ritmos de su corazón, pero ese día ya no deseaba sentir nada más. Estaba cansado. Harto de sentirse tantas veces desgraciado; de estar siempre a la búsqueda de un amor que no quería llegarle pese a haberle dedicado algunas de las frases más apasionadas de la literatura europea. Hizo tres llamadas telefónicas, sacó varios sobres de somníferos, se los tomó y se durmió. Ya no despertaría.

Había nacido el 9 de septiembre de 1908 en Santo Stefano Belbo, en el Piamonte italiano, y a los seis años había perdido a su padre. Pronto demostró ser un niño retraído y tímido, y eso, junto a la férrea disciplina impuesta por la madre, le hizo ser especialmente sensible.  Luego, de adolescente, halló una salida a su retraimiento en la literatura, sobre todo, en la poesía, en donde halló la más rica forma de expresión. Por eso se licenció en la Universidad con una tesis dedicada a Walt Whitman, en cuyos versos había hallado ecos de sí mismo; aunque, igual, hubiera hallado algunos de ellos en las novelas de Herman Melville (Cesare tradujo Moby Dick al italiano), John SteinbeckWilliam FaulknerJohn Dos Passos o Ernest Hemingway.

No fue, sin embargo, hasta 1936 cuando se atrevió a publicar un libro de poesía, Trabajar cansa; en el mismo año en que también debutó como novelista. Esta, con la experiencia de haber pasado por la cárcel por simpatizar, en plena Italia de Mussolini, con el Partido Comunista, compromiso que mantuvo durante la Segunda Guerra Mundial, cuando brindó apoyo directo a los guerrilleros antifascistas.

Constance Downing y Cesare Pavese

Luego, llegaron libros como La playa (1942), Fiestas de agosto (1944) o La casa en la colina (1948), además de uno especialmente interesante por contar con varias protagonistas femeninas, Entre mujeres solas (1949), un título ambientado en Turín en donde Pavese demostró que, pese a sus heridas por la falta de amor, era capaz de entender el sentir femenino y utilizarlo para reflexionar sobre el sufrimiento de la vida, sobre todo, en esa ciudad cruel en donde sus convecinos rechazaban lo débil y solo pensaban en la satisfacción personal. Como si hubieran olvidado que muy poco atrás Turín solo había sido un montón de escombros en medio de una guerra.

Fue por aquel entonces cuando Cesare encontró a la mujer que creyó podría salvarle de todo ello: Constance Dowling, una actriz que había llegado a Italia desde Hollywood en 1947 y en la cual él vio una luz capaz de apartarle del mundo tenebroso. Desafortunadamente, una vez más, sus expectativas no se ajustaron a la realidad y ella se marchó en 1950 a los Estados Unidos, en donde continuaría su vida al lado de un productor de cine. Fue entonces cuando Cesare escribió su obra más célebre, con una mezcla de inspiración y urgencia, durante los días que fueron del 11 de marzo al 11 de abril. Así nació Vendrá la muerte y tendrá tus ojos, una de las colecciones de poemas más impresionante y desgarradora de la historia de la literatura; el amor, la angustia y el dolor hechos versos. La obra de un maestro que ese 27 de agosto decidió poner fin a su vida en Turín cuando le faltaban menos de dos semanas para cumplir los 42 años. Un hombre que había demostrado que de sus grandes amores, solo el de la poesía le había correspondido.