martes, 10 de diciembre de 2024 00:02h.

Adiós al escritor Noah Gordon, autor del best seller ‘El médico’

La muerte de Noah Gordon, este 22 de noviembre, a los 95 años indica el fin de una generación de escritores nacidos en el primer tercio del siglo XX que lograron modernizar la novela histórica y acercarla, con nuevas tramas y formas, a todos los públicos.

Noah Gordon (Foto: web oficial)
Noah Gordon (Foto: web oficial)

Seguramente, le faltó alcanzar una mayor repercusión en los Estados Unidos para gozar de la misma popularidad que, por ejemplo, Ken Follett, con quien siempre tuvo mucho en común, pero aún así Noah Gordon logró alcanzar, sobre todo en Europa, un estatus literario solo al alcance de unos pocos. Por eso su desaparición deja un hueco en el ámbito de la novela histórica que va a ser muy difícil de ocupar.

Noah Gordon nació en Worcester, Massachusetts, en 1926, en el seno de una familia de origen centroeuropeo que albergaba en su seno unas concepciones religiosas muy distintas. Empezó medicina en la Universidad por el deseo del padre, pero, al ver que no tenía vocación para ello, abandonó los estudios y comenzó periodismo. Obtenida la licenciatura, trabajó varios años en distintos medios, hasta que en 1965 publicó una primera novela, El rabino, en donde ya se planteó algunas de las cuestiones en torno a la fe y la religión que acompañarían sus obras. Luego, llegaron El comité de la muerte (1969) y El diamante de Jerusalén (1979), de escasas ventas, y finalmente, El médico (1986) que le permitió abandonar el anonimato y convertirse, con millones de copias vendidas (ocho de ellas en Alemania), en un escritor de best sellers.

Aquel éxito, inesperado para él, le permitió comprobar que podía llegar al gran público sin dejar de transmitir sus inquietudes personales. Así, con esta obra, ambientada en el siglo XI y protagonizada por Robert Cole, un inglés con un especial don para curar a los enfermos que viaja a Persia para estudiar en la escuela del histórico médico y filósofo Avicena, quiso tratar los conflictos más importantes de la Europa de la época y desarrollar cuestiones como las contradicciones entre el canon religioso medieval y la ciencia; la lucha entre esa tradición y los nuevos descubrimientos; o el choque entre el cristianismo, el judaísmo y el Islam. Y todo, entre elementos románticos y aventureros, muy habituales en el ámbito del best seller, que repetiría tanto en las secuelas de esta obra, Chamán (1992) y La doctora Cole (1996), como en la superventas El último judío (1999).

En el camino, además, obtuvo algunos premios, como el del “Club del Libro de Bertelsmann” en Alemania, si bien, el más destacable, por todo lo que lleva implícito, es el “James Fenimore Cooper” de la Society of American Historians. No en vano, con sus textos Noah Gordon se convirtió en uno de los más importantes divulgadores de la historia medieval. Algo que, pese a no ser siempre de buen gusto para quienes realizan la misma labor desde una perspectiva estrictamente académica, pues contrasta mucho con la repercusión que ellos suelen obtener, igual supone una buena noticia. A fin de cuentas, obras como la suya hacen que muchos lectores interesados en estos periodos se acerquen un poco más a los textos escritos por los especialistas. O, incluso, que, gracias a estas novelas, germine en algunos jóvenes una semilla que les lleve a emprender estudios relacionados con el ámbito histórico. Así que, Noah Gordon, gracias por habernos sabido transmitir tus pasiones y tu fascinación por los hechos del pasado. Tus libros seguirán haciéndonos viajar.